La sensación que tengo, es que hemos entrado en un tiempo de querer arreglar lo que hemos estropeado durante décadas. Ha llegado una nueva generación comprometida que nos enseña, en ocasiones lo que no nos gusta ver, pero que es la realidad.
Esto no solo pasa en el sector de la moda, también pasa en la alimentación, la cosmética, la agricultura, la pesca, etc.
Sé que no todo el mundo está en esta corriente y que hay quién piensa que la solución está en seguir consumiendo y produciendo caiga quien caiga y a costa de lo que sea, con tal de reactivar la economía. Una economía que ya hemos visto que es «pan para hoy y hambre para mañana»