Empieza la desescalada

persona sentada mirando el mar

Volvemos a salir

Este fin de semana hemos entrado en la fase de desescalada del desconfinamiento.

A las 6’30 h. ya estábamos caminando hacia La Fosca mi marido, la perra y yo.  Después de casi 50 días saliendo solo a lo más preciso,  ya teníamos ganas. Lo primero que me vino a la cabeza fue cuando la canción de Sabina «Quién me ha robado el mes de abril!» nos hemos perdido la floración de los primero días de primavera, pero los campos y el mar siguen preciosos en mayo, así que, agradecida de poder disfrutarlo. Nunca me había hecho tanta ilusión, ver y saludar de voz, sin tocar  por lo de los dos metros, a vecinos y conocidos, algo tan sencillo y que los humanos necesitamos para sentir que formamos parte de la comunidad y compartimos los mismo espacios.

Platja Grand de Palamós

Ahora toca volver, con una nueva perspectiva , con la experiencia de haber vivido una cuarentena por primera vez.

En esta cuarentena,  he dedicado bastante tiempo a leer y asistir a  charlas en streaming, de temas ecológicos, nuevos proyectos económicos para el presente y futuro.

Esto me ha ayudado  a entender en qué punto estamos. La crisis sanitaria ha dejado en segundo plano, a la del cambio climático, incluso quizás haya gente que crea,  que el tema está en camino de arreglarse, lamento decir, que eso no es así. Los expertos hablan de que se tendría que mantener este estado de no emisiones durante largos periodos en los próximos años, eso es algo que todos sabemos que no va a pasar.

Han sido muy interesantes las ponencias que han ofrecido desde el canal  Reset Planet  expertos en  sostenibilidad que nos hacen ver y reflexionar a qué nos enfrentamos.

Porque esta crisis no es solo económica, que también lo es, y no quiero quitarle importancia, pero la crisis del clima está ahí, sin resolverse.  

«El planeta tiene límites biofísicos que hemos sobrepasado: Global Footprint Network indica que consumimos recursos terrestres equivalentes a 1,7 tierras al año, es decir, consumimos y producimos por encima de la capacidad del planeta para renovarse, y WWF apunta que para 2030 serán dos tierras, y para 2050 tres.»   (del  artículo de ethic.es)
 

Otro tema que  se está hablando  estos días es cuánto de resilientes somos para afrontar esta crisis y salir fortalecidos de ella. Eso yo lo considero como otra crisis,  a la que nos tenemos que enfrentar como seres humanos.

Cada uno tenemos nuestro nivel de resiliencia,  y está en la capacidad de cada persona de saber sacar beneficio a esta situación, yo sé bien que no es nada fácil. Pero también sé perfectamente que la resistencia a los cambios, lo que provoca es un sentimiento de rebeldía y rabia, que la mayoría de veces desemboca en enfermedades o adicciones graves.  Fluir con el cambio y adaptarse nos ayuda a encontrar nuevos horizontes.

No va a ser de buen agrado para todos cambiar las costumbres adquiridas durante generaciones,  donde el dinero y motivar al consumo irresponsable, ha estado por encima de la salud, la ecología o incluso las personas.

Y aunque sí,  que es verdad que la conciencia está cambiando y el covid 19 está ayudando a ese cambio, ponerla en marcha, será otro cantar, una cosa es hablarlo en casa y en grupos de WhatsApp, que llegar a tu negocio y abrir la persiana con lo que dejaste el 14 de marzo.

Ya iremos viendo,  cuáles son los negocios que realmente ponen en práctica métodos más sostenibles, donde se premie la ecología del planeta,  por encima de su propio beneficio económico.

estatua paseo de palamos

Otra cosa que me ha llamado la atención, es que,  no todo el mundo tiene tantas ganas de salir, hay personas que se han acomodado a esta situación y le han encontrado ese punto, de estar cómodo así, les pasa a  personas de todas las edades, desde personas mayores,  que tiene más explicación , por el miedo al contagio,  pero también hay  madres que me han dicho lo mismo de sus niños y personas de media edad, será que también necesitamos este tiempo de recogimiento y estar con las personas más cercanas o incluso el silencio y la soledad para descubrirnos.

Si lo pensamos bien, todo depende de con qué se compare, 50 días es mucho, pero si lo comparas con toda una vida, no lo es tanto.

Ahora lo que la mayoría de personas esperamos,  es que desde todos los ámbitos se ponga el foco hacia el bienestar común. Eso lo coseguiremos desde la colaboración entre personas, empresas y negocios.

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